sábado, 18 de abril de 2009

El libro de las (mini) vacaciones


Con motivo de los pasados días de recogimiento personal, meditación y demás actividades que no llegan a ser tan placenteras como ver crecer líquen y que por ende, nadie hace, decidí leer un pequeño tesoro que me recomendaron hace años y que pululaba libremente por casa. Se trata de Demian, una de las obras más aclamadas de Hermann Hesse.

El libro gira en torno a la transición niñez-madurez de Emil Sinclair-un muchacho que vive en la Alemania de después de la I Guerra Mundial- y la búsqueda del camino que le lleve hacia la realización de su yo. Todo comienza cuando conoce a un enigmático chico de su colegio, llamado Max Demian, que le salva de la tortura un tanto sádica de otro mozalbete llamado Kromer gracias a su fuerza interior y su sorprendente madurez. Demian habla al protagonista de lo que él llama el "Estigma de Caín" haciendo que en Emil vaya desapareciendo progresivamente la visión de "Los dos mundos" (forma muy maniqueísta de ver la realidad debida a su condición de hijo de burgueses cristiano-conservadores). Esto, a su vez, hará que Emil vaya desarrollando su propia personalidad mientras pasan los años y descubre otros personajes que hacen de guía en dicho proceso, todo ello inmerso en la difícil etapa que comprende el periodo entre pubertad y madurez.

No soy un experto en filosofía, y mucho menos en Nietzsche, pero es evidente que el libro está fuertemente influído por el mismo. De hecho, hay alguna sutil referencia al "superhombre". Por lo demás hay ciertas dosis de psicoanálisis y ciertas referencias de carácter místico ( no estoy seguro de si algunas de ellas tienen relación con Schopenhauer)

Sin duda alguna me ha encantado. La lectura es ligera y sin embargo condensa en poco espacio ideas muy importantes que sin duda invitan a reflexionar detenidamente mientras saboreamos cada página (he aquí una de sus múltiples grandezas). Yo lo recomiendo vehementemente, empero puede ser uno de esos libros que no dejan indiferente a nadie, ya sea porque te aburren o te apasionan.

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